Costera Alta Wines es una jóven bodega adscrita a la D.O. Valencia que acaba de salir al mercado con dos elaboraciones muy singulares. La bodega está situada en el término de Moixent (Valencia) y utilizando las variedades autóctonas Monastrell y Mandó, ha conseguido salir al mercado con una producción, muy limitada, pero caracterizada por vinos que representan el 'terroir' de la finca en donde se cultivan.
Desde vinovalenciano.net hemos entrevistado a Sara Martínez, la enóloga que ha elaborado estos vinos y la persona que en los últimos eventos celebrados en Valencia sobre vinos, ha representado a la bodega y le hemos preguntado acerca de la bodega, sus vinos y las expectativas de futuro.
VinoValenciano: ¿Nos podríais explicar quiénes y porqué del proyecto Costera Alta Wines?
Sara Martínez: Costera Alta se crea en 2012 fruto de la inquietud y la pasión de Juan Francisco Calatayud hacia el mundo del vino, del cual ya formaba parte desde hacía algunos años. Propietario de una fábrica de muebles de Rattan en el término municipal de Moixent, decide emprender su andadura en el sector vitivinícola después de adquirir la finca el Rebollar, Moixent, de la cual nacerán sus vinos, Úrsula y Córdula.
VV: ¿Cómo posicionarías los vinos que habéis producido en el mercado? ¿A quién va dirijido?
SM: Actualmente se elaboran en la bodega dos tintos monovarietales con cuatro meses de crianza en barrica, Córdula 100% Mandó y Úrsula 100% Monastrell. Ambos son vinos elaborados por métodos tradicionales y dirigidos a todo tipo de público. Córdula está suscitando mucho interés en el consumidor aficionado al mundo del vino por ser una singularidad, ya que es el único vino 100% Mandó en el mercado, un público que después de probarlo queda gratamente sorprendido. En cuanto a Úrsula, no es un monastrell al uso, el hecho de elaborarlo en pureza, sin retoques, junto con la forma de expresarse de nuestro viñedo lo hacen salirse también de lo convencional.
VV: ¿Qué importancia dáis a las variedades autóctonas en vuestros vinos?
SM: Para nosotros las variedades autóctonas lo son todo. Forman parte de nuestra historia, de nuestras raíces, a través de ellas podemos dar a conocer el potencial de nuestro territorio, y de nuestros vinos al resto del mundo.
VV: ¿Qué percepción queréis que tenga el consumidor valenciano cuando abra una botella de cualquiera de vuestros vinos?
SM: Nos gustaría que se sintiese satisfecho con la elección, que sea un vino que le sorprenda, incluso que mejore sus expectativas. Pero sobre todo que disfrute con él, que lo comparta y que repita.
VV: Hemos leído alguna crítica de vuestros vinos con comentarios excelentes, ¿Cuáles son los próximos proyectos en los que trabajáis?
SM: La verdad es que están teniendo muy buena aceptación entre los consumidores y la crítica. En cuanto al futuro, nos estamos planteando un par de referencias nuevas, pero todavía es pronto para concretar más.
VV: ¿Cuál es vuestra producción y que perspectivas de futuro tenéis en producción?
SM: Nuestra producción actual son 65.000 botellas entre las dos referencias. En los próximos años se pretende aumentar la producción mediante la adquisición de un par de parcelas en la finca. Pero será en un par de años.