Noemí Arroyo Pérez, la enóloga de Fuenterrobles, ha presentado en el Salón de Exposiciones del Ateneo Mercantil de Valencia dos de sus vinos, que estrenan marca y etiquetas. El acto ha estado presentado por la sumiller y formadora de sumilleres Manuela Romeralo, conocedora de los vinos de Noemí desde sus inicios, quien aseguró en su intervención que “se pueden apreciar las diferencias entre añadas en sus vinos, se percibe que tienen estilo propio, no son de corte industrial, se nota que Noemí no vive de espaldas a lo que la naturaleza le da”.
Se trata de dos vinos con la nueva marca La LieVre, una gama compuesta por un blanco de la variedad de uva Merseguera y un tinto de Bobal. Comparten etiqueta con la ilustración de una liebre en actitud de leer un libro, diferenciados por los colores rojo y verde. Ambos tienen una producción muy limitada y están destinados a la restauración, enotecas y tiendas especializadas. Además, La LieVre también tiene un Aceite de Oliva Virgen Extra.
Noemí sostiene que ella encuentra “el sabor auténtico de los vinos entre el equilibrio que ofrece el clima, la varietal y la tierra”, aseguró, “por eso los vinos puros ofrecen matices diferentes cada vendimia, el trabajo fundamental se hace en el campo y la clave está en trasladar los sabores del terruño hasta la botella”.
La LieVre De Noemí Merseguera
La Merseguera es una variedad de vid autóctona de la Comunidad Valenciana, de ciclo largo, muy resistente a la climatología fría y seca de las tierras altas de montaña de la cual todavía está por descubrir su gran potencial para elaborar vinos de gran calidad.
Con ella Noemí elabora La LieVre Merseguera, un blanco monovarietal de uvas recolectadas a mano, seleccionando racimo a racimo. El vino tiene una crianza en depósito de 4 meses con sus lías finas.
Su color es amarillo pajizo pálido. En nariz es de buena intensidad aromática, frutal, floral, expresivo, envolvente, con toques cítricos y recuerdo a almendras verdes, complejo. En boca es suave y agradable, untuoso, elegante, deja una sensación de frescura propia de su equilibrada acidez, con un final de boca largo y mineral que invita a seguir bebiendo.
La LieVre De Noemí, Bobal
Las uvas de Bobal para hacer La LieVre Bobal proceden de viñedos propios de las parcelas Las Fuentecillas y La Pará, plantados en 1930. La vendimia es manual, en cajas, cuando se alcanza el equilibrio de madurez óptimo. Tiene 12 meses de crianza en barricas de roble francés.
A la vista se presenta de capa media. En nariz tiene un aroma envolvente a fruta negra, frutillos silvestres, arándanos, flores azules, con suaves torrefactos, bien conjugado con su crianza sobre lías. En el paladar presenta su carácter varietal, con taninos terrosos que se pueden masticar, cuerpo medio, buena carga frutal, excelente acidez, bien conjuntado, carnoso, con largo postgusto.
Aceite de Oliva Virgen Extra La LieVre De Noemí
Junto a los viñedos, y próximo a su casa de labranza, Noemí tiene un pequeño olivar. En Fuenterrobles, a 950 metros de altitud el olivo se encuentra próximo a su límite de cultivo y, de manera similar a lo que ocurre con el viñedo, la gran diferencia térmica entre el día y la noche acentúa los matices aromáticos más finos y delicados de sus frutos.
El Aceite de Oliva Virgen Extra La LieVre De Noemí es un coupage de Cornicabra (40%), Picual (30%) y Manzanilla (30%), tres variedades de aceituna con cuya cuidada combinación conseguimos un aroma intenso y un sabor muy equilibrado. Sus matices sensoriales son muy definidos, con aroma frutado a tomatera, manzana, plátano, hoja de olivo, herbáceo y a alcachofa, con paladar suave, sabroso, intenso, amargor suave, ligeramente picante, con post-gusto largo y persistente.
De Noemí, 14 generaciones de viticultores artesanales
La bodega De Noemí es una pequeña instalación enológica ubicada en Fuenterrobles, en la comarca de La Plana de Requena y Utiel, en plena meseta valenciana. Allí se dedican a elaborar ediciones limitadas de vinos artesanales con una producción máxima de 18.000 botellas, según la añada.
Los viñedos son en propiedad, con alguna parcela arrendada, trabajados con prácticas de viticultura tradicional, inspiradas en la agricultura biodinámica y estrictamente respetuosas con el medio ambiente. Los vinos pueden presentar pequeñas cantidades de sedimentos, propios de su evolución natural en botella y no afectan en modo alguno a su calidad.