164 Entrevista a Mario Malafosse enólogo de Barón d'Alba ~ Vinos Valencianos
Vinos Valencianos

Entrevista a Mario Malafosse enólogo de Barón d'Alba

Bodegas y Viñedos Barón d’Alba, inició su andadura con la plantación de 15 Hectáreas de viñedo de las variedades Macabeo, Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Monastrell, Syrah y Tempranillo con la intención de obtener de ellos la máxima expresión en calidad y no en cantidad. Conocedora de la calidad excepcional de las uvas que en la zona de Les Useres se pueden obtener, decidió la construcción de una bodega en el propio viñedo, en un idílico paraje denominado CLOS D’ ESGARRACORDES desde el que se puede divisar una extraordinaria panorámica del viñedo y de una amplia zona de la comarca.

Mario Malafosse, empieza a colaborar con la bodega Barón d'Alba en 2011. Estudió enología en Burdeos y fue especialmente formado por el gran enólogo francés Denis Dubourdieu. Desde 2006 estuvo colaborando y trabajando con algunas bodegas de la comarca Utiel-Requena. También efectúa su labor de enólogo con Michel Rolland en Argentina y Nueva Zelanda, en el verano-otoño austral.

Ademas de asesorar bodegas, imparte clases de viticultura y enología en la Universidad Politécnica de Valencia para el Master Vintage International.

 

Entrevista

Vinovalenciano: Vuestra bodega es una de las más valoradas en la provincia de Castellón en el poco tiempo que lleváis en el mercado, ¿qué crees que sería necesario potenciar para posicionar mejor los vinos producidos en la Comunidad Valenciana?

Mario Malafosse: Ya tenemos muy buenos resultados en calidad de vino pero seguimos esforzándonos, trabajamos con la idea de que siempre se puede mejorar y aprender de nuestro “terroir”.

Indiscutiblemente tenemos que potenciar nuestra imagen. Nuestros estudios con consumidores enófilos nos enseñan que nuestros vinos están claramente infravalorados en catas abiertas respecto a catas a ciegas, mientras se observa la tendencia inversa con buenas marcas valencianas. Lo que quiere decir que existe un prejuicio negativo sobre los vinos de Castellón. En cata ciega nuestros vinos se ubican en la franja alta de sus rangos respectivos. Tenemos mejor calidad de vino que imagen, de tal manera que la persona que apuesta por nuestros vinos siempre se lleva sorpresas muy satisfactorias. Conociendo las características del terruño y el clima de Castellón, creo que no hay razones que impidan la elaboración de vinos de tanta calidad como los grandes de la comunidad valenciana.


VV: Cómo influye el terruño en el carácter de vuestros vinos?

MM: El terruño es la base de nuestro sistema de producción. Trabajamos con la idea del “terroir” es decir que el gusto de nuestros vinos se define en las parcelas. Para ello, hemos definido unidades de terroir homogéneas, que pueden ser una parcela o una parte de parcela, y la uva de cada unidad recibe un trato especifico. Es decir que adaptamos las estrategias tanto de viticultura, y de vinificación como de crianza a cada unidad para extraer la mejor expresión de cada sitio. Así, de cada unidad elaboramos un vino y es solo al final de la crianza en barrica que realizamos el “assemblage”.


VV: ¿Cómo crees que afecta el  cambio climático, a la viña y al vino?

MM: Si se confirma el aumento de las temperaturas, el cambio climático a largo plazo llevará a un desplazamiento de las áreas de cultivo de viñedo hacia zonas más frescas, en altura y hacia el norte de Europa. Por la influencia del mar, en el Pla de les Useres, donde se ubica la bodega Barón d'Alba, no llegamos a las temperaturas extremas como se ven en otras zonas del interior.

Supongo que, en nuestra zona costera, el efecto templador del mar limitará el incremento de las temperaturas previstas por el cambio climático y el cultivo de viña seguirá. La sequía y la falta de agua para regar, serán seguramente los problemas más importantes generados por el cambio climático. Así, nos estamos preparando y estamos estudiando estrategias naturales de manejo del viñedo para economizar gastos de agua e  incrementar la capacidad de retención de agua en el suelo.




VV: ¿Cuál es tu variedad de uva favorita?

MM: Es difícil responder a esta pregunta, soy enólogo consultor y trabajo con bodegas de zonas vitícolas que tienen características climatológicas y edafológicas muy distintas. Por ello, en cada zona tenemos variedades de predilección, es decir, variedades que mejor se expresan en cada lugar. Bajo el clima mediterráneo todas las variedades se adaptan fisiológicamente, especialmente las que provienen del norte. Pero para producir uvas con un buen potencial aromático y vinos elegantes y complejos, la viña tiene que cultivarse en zonas donde la maduración de la uva se hace difícilmente. En la bodega Barón d'Alba creemos mucho en el potencial del Monastrell y estamos trabajando en ello. Es una variedad muy elegante que tiene una gran complejidad aromática cuando se cultiva en zonas frescas donde le cuesta madurar.


VV: ¿Sigues algún tipo de tendencia de mercado a la hora de elaborar vuestros vinos?

MM: Los grandes vinos son grandes en el contexto de la cultura de una época.  A lo largo de la historia, las propiedades organolépticas del vino y los criterios de valoración han cambiado mucho. Los grandes vinos del imperio romano o, sin ir mas lejos, el “Prétus” del siglo XIX serían considerados, con nuestros criterios, como vinos defectuosos. Para hacer grandes vinos hay que estar en adecuación con su tiempo, pero tampoco se trata de seguir las modas del mercado. El Clos d'Esgarracordes es pequeño y allí no buscamos enseñar que somos capaces de desarrollar las técnicas de elaboración de moda. Pensamos que nuestros vinos tienen que transmitir a los consumidores algo representativo del Pla de les Useres.

Nuestras estrategias de elaboración dan todo el protagonismo al aroma “varietal” ya que es en las variaciones sutiles del aroma “varietal” que se expresa la especificidad de cada “terroir”. Es en los matices del aroma que se encuentra la originalidad de cada vino.

VV: Cuando se alcanza un nivel de calidad excelente en vuestros vinos (ahí están las críticas y puntuaciones) ¿Cómo se puede competir frente a las DO archiconocidas (Rioja, Ribera, Rueda…)? 

MM: Las grandes DOs recogen los frutos de muchos años de trabajo, tienen buena fama porque varias bodegas se esforzaron desde hace décadas en producir grandes vinos. Cuando consigamos producir en nuestras regiones tantos vinos con puntuación a más de 95 puntos como esas DOs, seguramente  los vinos de nuestras DOs se venderán muy bien en toda España.

En el Clos d'Esgarracordes no buscamos competir con nadie. Pretendemos revelar nuestro “terroir” y creemos que eso nos permitirá producir vinos lo suficientemente originales para evitar entrar en competición con los demás. Buscamos producir vinos con una tipicidad bien marcada que emocionen y complazcan a un público fiel que nos seguirá y que será cada vez más importante. Así nos estamos haciendo un hueco, pensamos que la diversidad de los gustos deja espacio para muchos tipos de vino.


VV: ¿Qué crees que busca el consumidor a la hora de elegir un vino?

MM: El consumidor busca vivir una experiencia emocionante y placentera con el vino. El vino de “terroir” no se limita a ser un alimento líquido, sino que tiene un componente cultural muy importante. El vino de “terroir” es una invitación al viaje, transmite informaciones sobre la cultura de un lugar, con él se aprende algo sobre una región. Para este tipo de consumo el componte cultural es tan importante como  las sensaciones placenteras para generar emociones.

VV: ¿Quién crees que debería potenciar más el sector del vino?

MM: Creo que las bodegas tienen en su mano la posibilidad de potenciar el sector, mejorando la calidad de los vinos. El sector se fortalece con la buena fama de los vinos y eso se hace produciendo, año tras año, grandes vinos y publicitando sobre ello. Así en Baron d'Alba nos concentramos en hacer vinos de gran calidad con los medios que tenemos.

VV: ¿Hace falta más cultura del vino?

MM: En la historia, la cultura enológica nunca estuvo tan extendida como en la actualidad. Lo debemos en gran medida a las nuevas tecnologías de comunicación y al buen trabajo de los múltiples prescriptores.

El trabajo de los prescriptores es hoy muy importante puesto que asistimos a una mutación del tipo de  consumo de vino. En las últimas décadas, el consumo de vino como bebida alimentaria esta decreciendo mucho. Los consumidores que buscaban el componente de frescor del vino, se han decantado hacia la cerveza y los que buscaban la ebriedad toman alcoholes fuertes. Pero por suerte para el sector, el vino de calidad es también una bebida cultural y cada vez más consumidores lo entienden así. En este contexto de mutación, el trabajo de divulgación de la cultura enológica es indispensable para acompañar el cambio de tipo de consumo. Por ello, debemos estar agradecidos a todas las personas que se dedican a la comunicación en el mundo del vino.

Como en cualquier arte, lo importante es que uno se emocione frente a la obra. Si uno lo puede hacer sin tener ningún conocimiento al respecto, mejor. Pero, cuando uno ha adquirido algunos conocimientos que le permiten entender mejor la obra, en general, se emociona mas fácilmente. En eso creo que potenciar la cultura enológica tiene su importancia.


VV: Qué novedades tienes para 2015, cuéntanos acerca de tus vinos y como los posicionarías…

MM: En primer lugar, me gustaría destacar para 2015, un proyecto que tenemos a largo plazo: el de revitalizar y fortalecer nuestro “terrroir”. Este año hemos empezado a estudiar estrategias de cultivo naturales que estimulen la vitalidad y la estructura de nuestros suelos. Con ello, buscamos mejorar el régimen hídrico, el arraigo en profundidad de nuestros viñedos y a mejorar el equilibrio de la alimentación en nutrientes. Pensamos que los grandes vinos se hacen cuidando mucho todos los elementos de la cadena de producción, desde el campo hasta la botella. Por ello, también dedicamos una gran parte de nuestros esfuerzos a  mejorar la calidad de nuestros suelos.


En segundo lugar me gustaría hablar de los vinos de 2014 que saldrán este año, El Clos d'Esgarracordes Blanco y el Clos d'Esgarracordes Rosado.

Con la sequía del año pasado, producimos muy poca cantidad de vino blanco. Pero las uvas fueron de una calidad excepcional y las hemos vinificado, como siempre dando mucho protagonismo a los aromas “varietales”, y criando el vino sobre lías en barricas de roble francés.

También me gustaría llamar la atención sobre el rosado, ya que me parece que en España los rosados no se toman bastante en serio y no gozan de la fama que merecen. El nuestro, es el fruto del encuentro entre la cultura enológica de la bodega con la de mis tierras de origen, de la Provenza. Es un rosado de prensa, diseñado desde el campo y elaborado con Monastrell, Garnacha y Syrah. En él hemos buscado a resaltar los aromas “varietales” como el casis, la violeta...

Para acabar me gustaría destacar los vinos especiales que acabamos de sacar en el mercado.

El “Dolç de Gloria”, un vino muy original ya que su producción depende totalmente del microclima de una de nuestras parcelas. Es un vino dulce natural elaborado a partir de uvas con botritis noble y criado durante casi dos años en barrica.

El otro vino,“El Peligrí Colecció”, es una colección que hemos empezado este invierno y que consiste en ofrecer un vino de alta gama dando el protagonismo a la variedad que mejor se expresa en la añada. Es decir que los vinos de esta colección irán cambiando de variedad con la añadas. Para el primero de la colección, hemos seleccionado un Cabernet-sauvignon por tener una boca impresionante, densa y muy bien estructurada y una nariz original que se desarrolla con un abanico amplío de aromas desde las especias, con la pimienta negra, hasta los frutos del bosque, pasando por las esencias.

0 comentarios:

Publicar un comentario