164 Vinos Valencianos: personajes
Vinos Valencianos
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Pedro Ballesteros MW y María Antonia Fernández-Daza en la escena vitivinícola de la DO Valencia

El Master of Wine Pedro Ballesteros, reconocido internacionalmente, junto con María Antonia Fernández-Daza, experta en vinos, ha realizado un apasionante viaje de exploración por la región vitivinícola de la Denominación de Origen Vinos de Valencia para sumergirse en la rica diversidad de vinos y proyectos vitivinícolas que han captado la atención de la crítica más prestigiosa.

Durante su visita pudieron catar, de la mano de sus bodegueros, más de un centenar de referencias de vino en las cuatro subzonas que componen la Denominación: Clariano, Alto Turia, Moscatel y Valentino. Sus responsables tuvieron la oportunidad de contarles de primera mano sus proyectos vitícolas y las particularidades de las diferentes zonas.

Ambos expertos les trasladaron la importancia que, en un mundo tan globalizado y competitivo, tiene transmitir la esencia del territorio de origen. Destacando la significativa influencia de la variedad de uva, el terruño y los métodos de elaboración en esta experiencia sensorial única. Además, pusieron de manifiesto el acierto que supone para esta indicación de calidad, la vuelta a los orígenes con variedades autóctonas que le confieren personalidad y autentificación.

La Denominación de Origen Vinos de Valencia está construyendo una identidad vinícola propia, singular y altamente interesante”, destacaba el Master of Wine. Sus variedades autóctonas, el profundo conocimiento del territorio y la historia vitivinícola regional, junto con la determinación de ponerlo en valor por un grupo de jóvenes enólogos y bodegueros, comprometidos con su zona de producción y sus raíces, están dando lugar a vinos de excepcional calidad.

Pedro y María Antonia quedaron impresionados por el perfil de los vinos y el modelo de viticultura que se desarrolla en la subzona del Clariano. Los vinos elaborados con variedades tradicionales como Arco, Forcallat, Garnacha Tintorera, Mandó, Bonicaire y Monastrell, así como los blancos elaborados con Verdil o Malvasía, les despertaron curiosidad por las posibilidades de la zona y cautivaron sus paladares.

Son vinos que rompen el tópico erróneo que se utiliza al hablar de vinos mediterráneos. “Encontramos frescura, vivacidad y expresividad” no la pesadez y calidez a la que, erróneamente nos quieren conducir al hablar de este bello mar. “Me parecen vinos delicados, sin pesadez, florales” comentaba Ballesteros.

Si algo tienen en común las variedades de la zona son unos taninos amables, elegantes y muy buenos para beber desde el principio” explicaba Pablo Calatayud, de Celler del Roure.

 

La segunda jornada todavía les resultó más sorprendente. En Alto Turia, tuvieron la ocasión de descubrir el potencial de la Merseguera de altura; que en su opinión es capaz de producir vinos elegantes, pulidos y frescos cuando se elabora con maestría.

Resaltaron las posibilidades de crecimiento de esta zona, que en los últimos años ha visto emerger proyectos vitivinícolas de gran interés, situándola en el centro de atención. “Aquí, lo único que falta es confianza” el producto y el potencial existe. “Esto tiene que catarlo la crítica”, concluían Pedro y María Antonia.

La visita finalizaba en la zona de Moscatel-Valentino, donde tuvieron la oportunidad de degustar, además de sus vinos tranquilos más conocidos, dulces de guarda, vinos de licor y espumosos aromáticos de alta calidad, en un estilo de vinos que actualmente se encuentra en auge en el mercado y que puede dar grandes alegrías a la zona.


 

De este viaje extraemos una conclusión tomando prestadas las palabras de Javi Revert, viticultor “No consiste en hacer el mejor vino posible, sino en hacer vino con la mayor identidad / tipicidad posible”.

El Presidente de la DO Valencia, Salvador Manjón, se mostró orgulloso por las impresiones que se llevaban estos grandes expertos. Agradecía su gran generosidad al compartir estas dos jornadas con tan nutrida representatividad de las bodegas y cooperativas, más de veinticinco; y se mostraba convencido de que “con esta calidad y tipicidad los reconocimientos de la crítica situarán a la Denominación de Origen Valencia como una de las referencias en el panorama vinícola”. Lo que servirá para dar un fuerte impulso en la lucha por la dignificación de los viticultore

Eduardo Mestres, 83 años de una primavera a una Vendimia

El mundo del vino valenciano está de luto. Eduardo Mestres, fundador de la asociación ‘Els Bodeguers’ y de la Asociación de Promoción de Productos Agroalimentarios de la Comunidad Valenciana, PROAVA, e ideólogo y precursor de la Mostra de vinos de Valencia, ha fallecido hoy a la edad de 83 años. Una enfermedad fulminante ha detenido el corazón de un hombre que fue clave en el desarrollo y evolución del vino valenciano en las últimas décadas. Mestres bodeguero de profesión, catalán de nacimiento y valenciano por convicción propia, convirtió su devoción por los productos valencianos en un credo, en un modo de vida.  Su fe y su ilusión constituyeron el motor de su vida y contagiaron de entusiasmo a otros que siguieron su estela y dieron forma a lo que hoy es una industria esencial para esta tierra.

Mestres desarrollo con una inquebrantable fortaleza el concepto de producto de proximidad, de kilómetro cero y lo hizo 30 años antes de que se acuñaran. Su importancia es determinante para comprender el viaje al futuro que emprendió el campo valenciano hace ya algunas décadas. Estableció su primera tienda en la Malvarrosa y abrió hasta cinco establecimientos, en todos ellos el vino valenciano tuvo un espacio determinante, algo inusual en esas fechas. Pero de un modo progresivo otros bodegueros siguieron la estela de Mestres y poco a poco el vino valenciano adquirió presencia en anaqueles y estanterías. Y fruto de esa chispa evolutiva fundó en 1984 la asociación ‘Els Bodeguers’ con otros ocho compañeros de profesión. Tres años después organizó la primera Mostra de vinos que lideró durante 25 años. 
 

Fundó PROAVA en 1993 y la presidió hasta 2013, desde esta plataforma tejió vínculos entre los sectores productivos y los circuitos de venta y ese engranaje primigenio evolucionó hasta consolidar un ecosistema que se ha revelado como un modelo de éxito.  Un modelo que disparó la producción y sacó al vino valenciano de los toneles de venta a granel para conducirlo a cosechar grandes premios internacionales.

El legado de Mestres es inmenso y hoy todo el sector está de luto. PROAVA ha expresado su gratitud y reconocimiento a la figura de Mestres en los últimos años mediante numerosos reconocimientos y hoy se muestra huérfana de padre.  “Un padre puede no ser siempre un mentor, pero un mentor siempre tiene algo de padre y de este modo hemos sentido a Eduardo Mestres, un hombre libre que siempre se expresó con vehemencia, que se ganó el respeto y la admiración de todos los que tuvieron el privilegio de conocerle” señala Rosa Vázquez, directora técnica de PROAVA.

Desde PROAVA se informa que su despedida será hoy jueves a las 13:00 horas en el Tanatorio Municipal de Valencia y la misa funeral a las 16:15 horas.