164 Vinos Valencianos: vino
Vinos Valencianos
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El vino Trilogía 2018, de Casa Los Frailes, ha sido elegido como Vino Solidario del 2021

El vino Trilogía 2018, de Casa Los Frailes, ha sido elegido como Vino Solidario del año, en la XIII Cata de Solidaridad Rotaria, organizada por el Rotary Club Valencia Centro, en colaboración con este Consejo Regulador.

Un total de 15 bodegas han participado en esta singular cata, en la que el Jurado compuesto por diversos miembros de la entidad rotaria han degustado y catado a ciegas, las distintas referencias adscritas a la DO Valencia.

El tinto Trilogía fue ganador en la primera edición de la cata solidaria que se celebró en 2009. Años más tarde, en 2015, la bodega repitió victoria con su tinto Bilogía. Por ello, “participar en esta acción solidaria y salir elegidos por tercera vez en una cata ciega, y que uno de nuestros vinos se convierta en un referente valenciano testimonio de la solidaridad rotaria, es una gran alegría para nosotros”, asegura Miguel Velázquez, gerente de esta bodega familiar, ubicada en el paisaje de Terres dels Alforins.



En el caso del Trilogía, “se trata del primer vino de la 13ª generación de la familia Velázquez, su primera añada fue 2004 y marcó un hito por su frescura, estructura y fineza, dentro del panorama de los vinos españoles del sureste español”, asegura Miguel Velázquez. En este vino se combina la personalidad directa y durable de la Monastrell, con la estructura y frescura de la Cabernet Sauvignon, y la golosidad de la Tempranillo.

La añada actual 2018 destaca por la armonía y la complejidad propias de un año mediterráneo de perfil fresco, elevada precipitación primaveral y a principios de la vendimia, donde el Monastrell y el Cabernet Sauvignon supieron sacar muy buen partido. El resultado es “una añada potente y carnoso, con una frescura característica de los buenos vinos del mediterráneo en sus grandes añadas”, añade Miguel Velázquez.

La Cata de Solidaridad Rotaria tiene como objetivo recaudar fondos que se destinan a la ayuda humanitaria y a otros fines benéficos de la Fundación Rotaria, siendo la erradicación de la poliomielitis en el mundo, la principal causa. Por ello, el vino elegido Trilogía 2018, representará al Rotary Club Valencia Centro a lo largo de todo el año, y se ofrecerá a todos los rotarios valencianos, así como aquellas personas que quieran colaborar con esta causa benéfica. 

 


Al cien por cien




Hay una frase que repito a menudo: Donde estés, que sea al cien por cien. 

Es mi forma de entender el mundo, de disfrutarlo. Ya sea del trabajo, del paisaje o de una copa de vino. ¿Por qué? Porque o lo vives o te lo pierdes. Hasta de un mal libro se aprende, dice mi padre.

A propósito de libros, últimamente me han regalado varios, pero hay uno que me ha hecho especial ilusión. Por las maneras, por las formas... y porque significa una invitación a muchas cosas, pero sobre todo al disfrute de algo que me apasiona, el vino. 

Su título invita a la lectura, Presume de vinos, de Meritxell Falgueras. Ella, descenciente de una familia que durante cinco generaciones ha comunicado la cultura del vino en Barcelona, es, a parte de Licenciada en humanidades, sumiller y máster en Viticultura, Enología y Marketing, Nariz de Oro como joven promesa en Cataluña. Actualmente realiza un doctorado en comunicación para investigar las metáforas en el lenguaje del vino. Un currículum que invita a seguirla para aprender.

Al empezar la lectura, sorprende que el prólogo sea de Joan Manuel Serrat, otro de los grandes, que a pesar de reconocerse poco amante de los prólogos, accede a escribirlo rindiendo culto a la amistad, "una de las pocas cosas sagradas que nos van quedando".

Serrat afirma que "el vino es cosa seria" y asegura que le encanta beber vino: "Si el médico me lo prohibiera, cambiaría de médico".

Os invito a leerlo, y solo estoy al principio, porque he encontrado en Meritxel Falgueras una manera fácil de comunicar el vino, divertida, auténtica, profesional y optimista.

"No pasa nada por no ser un experto en vinos, pero cuanto más sepamos de ellos, más y mejor podremos disfrutar de cada copa. Nadie nace enseñado, así que cata y no temas al vino". ¡Enhorabuena, Meritxell!

Las gentes del Mediterráneo empezaron a emerger del barbarismo cuando aprendieron a cultivar el olivo y la vid, según el historiador ateniense Tucídides, así que, el bindis de hoy es para Serrat y el Mediterráneo¡Disfrútalo! Pero al cien por cien. Dos copas, un buen vino, luna llena y el Mediterráneo. Saben distinto, créeme.




Imagen. www.elclubdigital.com

Todo empieza con la Vendimia




"Sus antepasados los aztecas estaban convencidos de que se debía pedir permiso a los cuatro vientos para cosechar lo que nos da la tierra" Así le explica Anthoni Quinn a Keanu Reeves en Un paseo por Las Nubes, de Alfonso Arau, el por qué  de una tradición antes de, a pies descalzos, pisar las uvas tras la vendimia.

Es una película de hace unos años, pero me gusta tirar de filmoteca de vez en cuando.

Las tradiciones son importantes, pero los comienzos también. Está claro que la tierra ha de ser labrada, alimentada para que sea fértil; las cepas cuidadas, limpias, pero... Realmente todo empieza con la Vendimia. 

El corte, la selección de racimos, la temperatura, la fermentación... Todo listo para elaborar el vino, todo listo para dejar que se exprese, que se desarrolle. 

Es ahora, justo ahora, cuando las bodegas y cooperativas tienen su máxima punta de trabajo: recibir las uvas, enfriarlas, o no, para conservar las propiedades óptimas de la fruta y dejarlas fermentar en el depósito, barrica, vasija o donde quiera considerar el enólogo, máximo responsable de todos los procesos que se realizan en la bodega desde que entra la uva hasta que sale convertida en vino.

Nunca la viví como algo trabajoso, quizá porque vendimiar en familia y comer juntos en el campo siempre me pareció algo estupendo. 

Cada uno "cogíamos" una hila y, entre risas y canciones, competíamos para ver quién terminaba antes, siempre bajo la atenta mirada del abuelo Quico. 

Viajes con el remolque a la cooperativa, las cestas, las longanizas y la carne de la tía Pepita... Siempre fue una fiesta.

Debo ser una clásica, pero me gustan las tradiciones y me encantan las serenatas. Quienes me conocen saben la importancia que para mí tienen los mariachis. Aquí os dejo una secuencia de Un paseo por las nubes. Una canción que siempre me pareció preciosa pero que desde hoy tiene un significado especial para mí. 

Habremos de esperar para saborear los vinos y mientras tanto disfrutaremos de cosechas anteriores, pero hoy quiero brindar por la Vendimia y por los comienzos.



Imagen. verema.com

Sin palabras




Hoy hablaba con alguien a quién quiero mucho sobre la pereza que me embarga últimamente a la hora de escribir. Alababa mi manera de hacerlo y me cuestionaba cómo algo que me inspira tanto, como es el mundo del vino, podía dejarme sin palabras. 

No sé si es el verano, el calor, mi presente... No ha dejado de interesarme, ni me siento indiferente ante una copa de vino ni el placer que me produce, solo pienso que lo estoy disfrutando de manera diferente.

En cualquier caso, aquí estoy, escribiendo sobre lo que siento y pensando en mil cosas.

Me encantaría hacer un maridaje entre un vino y uno de mis textos. ¿Cuál? Aún no lo sé, pero seguro se me ocurre. 

No concibo ningún momento importante en mi vida en el que el vino no esté presente. El vino forma parte de ella desde antes de nacer. 

No lo sabe mucha gente, pero mi madre rompió aguas en una viña. 

Mis padres tienen denominación de origen Utiel-Requena. Los dos. Mi padre es profesor y desde que empezó a ejercer salió de allí. Es lo que tiene la vida. Mi madre le siguió al casarse y se vinieron a Valencia. A los nueve meses y quince días llegué yo, como no podía ser de otra manera, en época de vendimia. Viñedos en casa... Jornaleros a sueldo trabajando para mis abuelos...  Era un despropósito hacer que todos se trasladasen a Valencia por mi llegada. No podían dejar de lado la economía familiar y mis padres decidieron que yo nacería allí. 

Mi madre, alma inquieta, no podía quedarse en casa esperando el momento sino que, desde que pensaron que se acercaba la hora estuvo, no vendimiando -estoy segura que porque no le dejaron-, pero sí yendo a la viña con el resto de la familia.

Así que, un seis de octubre, en un paraje llamado "La Señorita", me dio por empujar y mi madre no tuvo más remedio que traerme a la vida.

El vino forma parte de mi pasado, de mi presente y estoy convencida de que estará dentro de mi futuro, de una manera u otra, pero lo estará.

Gracias, Fanny. Lo celebraremos con una copa de vino.


Arte y Bobal

     García-Haba y su Cepa Bobal en inox


Le conocí en la pasada edición de Placer Bobal, en el Hotel de las Arenas. 

Una cepa de bobal aparecía a la entrada y llamó mi atención. Una escultura, una cepa de acero y óxido de las que me son familiares. El artista, un utielano con acento francés, Felipe García-Haba.

Me presenté y le dije que hablaría de ello, pero me dio la oportunidad de conocerle, de saber algo más de él.

Como casi siempre, las circunstancias adversas de la vida te ponen en un brete y eso fue lo que le sucedió a Felipe. Un hombre que conoce la tierra y la vid en primera persona, pues durante años se encargó de los viñedos familiares, pero sus inquietudes le traen a Valencia a estudiar Arquitectura e interiorismo. Allí conoce a quien se convertiría en su mujer y con ella marcha a Paris para consagrarse como artista.

Forma un grupo de pintores españoles en Paris y trabaja con la Casa de España en la misma ciudad, pero nunca pierde la vinculación con su país. Conserva su casa en Utiel, en Valencia, en Paris y en Estados Unidos, donde también pasó unos años, formando ese triángulo amoroso entre Nueva York, Paris y Valencia.

"No he dejado nunca España. Coger un avión y venir cuesta menos que ir a Utiel", bromea.

He conocido su obra, y es realmente sorprendente. Años de técnica y una sorpresa, el comprobar que a pesar de los años que ha estado fuera y de lo lejos que tiene la tierra y las viñas, las sigue llevando en el corazón haciéndolas protagonistas de su obra: pintura y escultura.

Ha expuesto y trabajado casi en todas partes, pero García-Haba sí es profeta en su tierra. En Utiel ha realizado multitud de exposiciones y varias obras, una de las cuales se puede visitar en la Puerta del Sol de Utiel, el Homenaje al viticultor. Una mano que clama al cielo como hacen nuestros mayores cada vez que se acerca un "nublao" y de la que se escapa un racimo, "la esencia de la vida", en palabras de García-Haba.

Los que estuvisteis en Placer Bobal origen 2015 pudisteis comprobar la exclusividad de la obra, una Cepa de Bobal hermana de otra cepa en acero inox que se encuentra en la Bodega redonda de Utiel, pero que lucirían estupendas en cualquier bodega del mundo. Creo que me lo he tomado como algo personal, así que si estáis interesados podéis contactar conmigo y os pondré en contacto con el maestro. 







Murviedro Cielo y Tierra





Ayer Bodegas Murviedro nos volvía a subir al Cielo después de llevarnos a la Tierra.

La Bodega presentaba sus nuevos vinos apostando por un regreso a los orígenes de la Bobal como variedad autóctona por excelencia, proyectando sus atributos a nivel internacional y haciéndola merecedora de grandes premios.

El evento comenzaba a las 20.30 horas en L'Iber, Museo de los Soldaditos de Plomo de Valencia, donde lanzaba sus nuevos productos basados en variedades locales.


Con la ambientación supieron diferenciar los productos por los que apuestan: en el Cielo los frizzantes y los cavas; en la Tierra: la gama de Bobal, Los Monteros, Expresión y los Cuevas. Entre ellos Cueva de la Culpa, mejor vino de España por Magrana.



Entre los nuevos lanzamientos de Bobal: Murviedro Colección Roble BobalMurviedro Colección Reserva BobalMurviedro Cepas Viejas y Vox Populi, un 100% bobal que por su diseño va dirigido a un público más joven. 

“Si somos capaces de valorar nuestras raíces podremos confiar en nuestra tierra" aseguraba Diego Talavera, director general de Bodegas Murviedro.





La Bodega se ha sumado recientemente a la iniciativa Territorio Bobal que persigue el reconocimiento del Paisaje Cultural de la Vid y el Vino por parte de la UNESCO; lo que implicaría, a su juicio, una revalorización del paisaje y un revulsivo para toda la comarca del que se beneficiarán viticultores y bodegas.

Otra de las novedades presentadas en el día de ayer es el nuevo Cava Arts de Luna, un 100% Chardonnay que, elaborado bajo la DO Cava Requena, refleja la tendencia de consumo de cava como un producto no solo vinculado a celebraciones y postres sino también como aperitivo.

Dentro de la Colección que la bodega lanzó hace unos años pensando en la hostelería la novedad reside en un vino de la Tierra de Castilla, un Murviedro Colección Verdejoun vino blanco de color amarillo pálido, brillante, intenso con recuerdos a fruta tropical madura y fondo de flores blancas. Una opción perfecta que complementa la gama de blancos de la bodega.





Enhorabuena al equipo, que ayer nos recibía al completo, y a la organización. Por los vinos, por el ambiente e incluso por la música.



Pensando en ti




Hoy conducía de vuelta y venía pensando en ti. En si estarías cómodo, si habrías pasado frío, si me echarías de menos. 

Conforme iba acercándome a casa no podía dejar de pensar en tu cuerpo, en poner mis manos alrededor de tu cuello, en tu sabor, en ese perfume tan personal, tan tuyo.

Lo que más deseaba era llegar para poder sentarme en la terraza, frente a frente, en tu compañía, en silencio, sin hablar. Solo sentir.

Ahora estoy aquí, contigo, y no puedo más que disfrutarte. Tú, como siempre, embriagador, elegante, cálido, alegre, intenso, potente. 

¡Me encantas! Así que te bebo a sorbitos pequeños para alargar el placer de tomarte.

Y es que la felicidad también está en una terraza, sentada en un sofá, disfrutando de una copa de tu vino favorito.





Imagen. Francisco Javier Santiago. www.sarabailac.cat

Vino en la Operación Bikini




Estamos de Operación Bikini. Se acerca el verano y queremos ponernos "en son" para vernos mejor. Ejercicio diario, algo de dieta y un poquito de sol. Porque tener buen color levanta el ánimo a cualquiera.

Pero parece que los científicos se han puesto de acuerdo y el vino también puede ayudarnos a sentirnos un poco mejor también con nuestro cuerpo.

Los primeros rayos de sol invitan a cambiar la ropa de armario, a lucir prendas más frescas y ligeras o lo que es lo mismo, a lucir silueta.

Siempre hemos pensado que el alcohol no nos ayudaba a bajar de peso, pero de un tiempo a esta parte son muchos los estudios que demuestran que dos copas de vino al día no solo son beneficiosas para el organismo sino que nos ayudan a perder esos kilitos de más que nos resultan molestos.

Esta mañana leía un artículo en el que, según los científicos, beber vino antes de ir a dormir te ayuda a bajar de peso. Y es que aparentemente el vino podría reducir los antojos por alimentos dulces o altos en grasas que suelen apetecernos después de la comida o la cena, ese: "ahora me comería algo dulce".

Rezaba en el artículo que "científicos de la Universidad de Harvard,  después de estudiar una muestra de 20.000 mujeres durante más de 13 años, concluyeron que aquellas que bebían un promedio de dos copas de vino al día reducían significativamente sus probabilidades de padecer obesidad, así como otras enfermedades relacionadas con el sobrepeso". Que la ansiedad por ingerir dulces después de la cena desaparece cuando tomas una copa de vino después de la comida y antes de ir a la cama.

De otra parte en la Universidad Estatal de Oregón, también han llegado a la conclusión de que beber vino puede contribuir a quemar grasas más rápidamente, siempre que además se siga una dieta equilibrada, claro está.

Si sustituimos las calorías que puede aportarnos cualquier pastel por las que puede tener una copa de vino, entre 120 calorías de un vino blanco y 135 las de un vino tinto, estamos ahorrando muchas calorías. Claro que hablamos de una copa después de las comidas, si estás a dieta, una botella cada noche no es exactamente "una buena idea".



Imagen. eseltia.com

Vino y pintura



Muchos son los pintores que han recreado el vino en sus obras a lo largo de los años. Escenas, copas o bodegones; Baco, en la mitología romana o Dionisio, en la mitología griega, han sido protagonistas de multitud de lienzos. El Triunfo de Baco o Los Borrachos, como se conoce vulgarmente al cuadro de Velazquez, son muestra de ello. 

Hace años que no visito el Museo del Prado, pero hoy recordaba una visita que organicé con un grupo de italianos y lo que me gustó la experiencia, a pesar de lo complicado de la programación. Visitaban Valencia, pero se empeñaron en viajar a Madrid y conocer la primera pinacoteca española, descuadrando así toda la organización.

Al llegar allí cada uno se organizó en pequeños grupos lo que me dejó tiempo para poder disfrutar del Museo en soledad. 

Siempre he pensado que el arte es lo que te hace sentir. Y recorriendo las salas llegué hasta un cuadro, La Vendimia, de Francisco de Goya. Un óleo sobre lienzo, propio del rococó, que con unas dimensiones de 267,5 por 190,5 centímetros, corresponde a una serie de cartones, o bocetos, que Goya pintó para los tapices que irían al comedor del Príncipe de Asturias en el Palacio de El Pardo, en Madrid. 

Se trata de un conjunto sobre las cuatro estaciones compuesto por Las floreras, para la primavera; La era, para el verano; La vendimia, para el otoño y La nevada, para el invierno. 

Los cuatro se encuentran en el Museo del Prado, pero ninguno de ellos me hizo sentir como La Vendimia. 

No me avergüenza decir que el arte me emociona, y en ocasiones hasta tal punto, que me ha saltado las lágrimas. Es cierto que han sido pocas las ocasiones de climax, pero me pasó en el interior de la Pirámide de Keops, en El Cairo; al entrar en la Sagrada Familia, en Barcelona y al encontrarme con La Vendimia. 

Probablemente Goya se sirviera de las uvas como símbolo de la estación, pero tanto las dimensiones como la temática me abrumaron. Hay cosas que no se pueden explicar.

La Madre



En el vino, la "madre" son todos esos posos que se forman en el fondo de las barricas, todas esas impurezas de la uva y restos de levadura que quedan en la copa cuando bebemos vinos no filtrados. Su olor recuerda la levadura del pan.

Quizá por eso se llame madre, por todos esos posos que las madres dejan en nosotros. Los valores, la educación, los consejos... todo aquello que se queda dentro de nosotros y que nos ayuda a crecer.

Hoy, primer domingo de mayo, celebramos el Día de la Madre. Yo también soy madre y ahora son ellos quienes me regalan a mí. Este año, un libro: La templanza, de María Dueñas y... ¡Sorpresa! Al leer la sinopsis en la contra portada encuentro esto: 

"De la joven república mexicana a la radiante Habana colonial; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. Por todos estos escenarios transita La Templanza, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo".

Todavía no he tenido tiempo de leerla, pero creo que me va a encantar.



Imagen. Ilustración de las guardas de Merche Gaspar para La Templanza, de María Dueñas.

Vino y religión cristiana




Celebramos la Semana Santa y esto me ha hecho pensar en el papel que se le atribuye al vino en la religión cristiana.

Presumiblemente el vino, al igual que la sal, el aceite y el trigo han acompañado al hombre desde que habita la tierra y en la Biblia hay multitud de referencias a él.

Aunque parece que muchos no se ponen de acuerdo en si el vino está fermentado o no en muchos de los pasajes de la Biblia, atendiendo a la pureza o no de las levaduras en este tiempo, la cuestión es que está presente en versículos, proverbios, salmos... e incluso en el Cantar de los cantares.

Por su color, su sabor y su proceso de elaboración, el vino es desde la antigüedad producto de mucho simbolismo: el gozo, la sangre de Cristo, la felicidad, el consuelo, medicina e incluso abundancia. 

Es inevitable pensar en el vino protagonista en la Eucaristía desde la Última cena, pero al igual que ahora, uno de los más preciados usos del vino era el festivo pues siempre estaba presente en banquetes y celebraciones. En la antigüedad, en el rito del matrimonio, el novio ofrecía una copa de vino a la novia y si esta aceptaba y bebía de ella, se consideraban legalmente casados.

Otro uso del vino era el analgésico: "Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero no lo tomó". Marcos 15, 23"Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite y se las vendó. Luego montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó". Lucas 10, 34"No sigas bebiendo sólo agua; toma también un poco de vino a causa de tu mal de estómago y tus frecuentes enfermedades". 1 Timoteo 5, 23.

El vino simbolizaba la satisfacción, la alegría, medicina en la enfermedad y consuelo en el dolor, pero también la abundancia pues quien poseía una viña podía vender vino y garantizar su sustento: "Haces que crezca la hierba para el ganado, y las plantas que la gente cultiva para sacar de la tierra su alimento: el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida". Salmos 104, 14-15.
"Yo daré a vuestro país la lluvia a su tiempo, lluvia de otoño y lluvia de primavera, y tú podrás cosechar tu trigo, tu mosto y tu aceite". Deuteronomio 11, 14.

Sin embargo, me llama poderosamente la atención El Cantar de los Cantares un poema de amor conyugal a voces o cantos en el que dos amantes, un joven pastor y una sulamita obligados a separarse se buscan con desesperación declamando su amor de forma poética y tremendamente descriptiva y sensual, apoyándose metafóricamente en la naturaleza, frutos y flores entre las que no podían faltar la vid y el vino.

"¡Oh, si él me besara con besos de su boca! 
Porque mejores son tus amores que el vino". Capítulo 1, 2

"Qué hermosa eres, y cuan suave,
¡Oh amor deleitoso!
Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.
Yo dije: subiré a la palmera,
Asiré sus ramas.
Deja que tus pechos sean como racimos de vid,
Y el olor de tu boca como de manzanas,
Y tu paladar como el buen vino,
Que se entra a mi amado suavemente,
Y hace hablar los labios de los viejos. Capítulo 7, 6-9

Pero para terminar, me quedo con: "Como la vida es el vino para el hombre, si lo bebes con medida. ¿Qué es la vida a quien le falta el vino, que ha sido creado para contento de los hombres?" Eclesiastico 31, 27



Imagen. www.flickr.com