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Un nuevo proyecto vitivinícola, Javi Revert Viticultor

Para los que no conocen a Javi Revert, contaros que es una persona que lleva bastantes años trabajando en uno de las bodegas valencianas más consolidadas en la DO Valencia, hablamos de su trabajo en el Celler del Roure, que desde que entró como becario y junto a su propietario Pablo Calatayud han revolucionado el concepto del vino de la comarca valenciana dels Alforins hasta conseguir que variedades autóctonas casi desaparecidas, formen parte importante de los vinos elaborados en esta bodega.


Pero volviendo a Javi Revert, os diré que se ha criado entre viñas, oriundo de la población valenciana de la Font de la Figuera, ha mamado viticultura por los cuatro costados, no es casualidad que su formación como ingeniero agrónomo fuera en pro de trabajar en el mundo del vino.

Este proyecto nace con esa proyección de viticultor que Javi ya había vivido de pequeño con sus abuelos, de esa viña en parcelas donde la vendimia era una fiesta y el trabajo en la viña para conseguir kilos y elaborar graneles era una parte importante de la economía agrícola de la zona.

Javi ha conseguido recuperar parcelas de su abuelo y bisabuelo en el término de Font de la Figuera con viñas viejas, algunas sin saber que variedades son, recurriendo a viveristas como Rafa Cambra para hacer el trabajo de reconocimiento, pero al final sabiendo que variedades son y como Javi las ha querido trabajar para conseguir vinos diferentes, pequeñas producciones y muy limitadas porque, como digo se ha tenido que trabajar muy duramente en la viña.

La verdad es que los 4 vinos de la cosecha 2016 que pude catar ayer no dejan indiferentes, primero por el mensaje que nos traslada Javi de su trabajo, es decir investigando sobre esas uvas autóctonas que ya no se utilizan, por su escasa productividad, averiguar como trabajarlas, elaborando a base de pruebas. La verdad es que probando estos vinos podemos averiguar su arduo trabajo en ellos.


Nos ha presentado cuatro vinos, todos muy diferentes, aunque los dos blancos, Clausus y Micalet provienen de las mismas variedades están elaborados de manera diferente. Las variedades son autóctonas y predominan la Tortosí y la Trepadell, en menor porcentaje Merseguera, Malvasía y Verdil, pero las elaboraciones son muy diferentes. Clausus tiene una crianza en tinajas de barro nuevas, mientras que Micalet fermenta en barrica y luego se cría en damajuanas de 54 litros junto a sus lías. El resultado es muy variopinto, así Clausus se muestra un vino más aromático en nariz y luego en boca aparece muy fresco, con notas punzantes y una significativa acidez, todo y que la zona es muy cálida y a veces adolecen de acidez estas elaboraciones y además como resultado de vendimias bastante tardías. Micalet no tiene tanto potencial aromático en nariz pero su boca es mucho más envolvente, ademá evoluciona en boca encontrando en el postgusto mucha mayor intensidad y largo recorrido trasladando una serie de recuerdos aromáticos muy mediterráneos y frescos.

Los tintos también son muy personales Sensal y Simeta, vinos con un trabajo muy elaborado, el valor de la Garnacha Tintorera se nota en el primero, un vino que busca frescura, color y sobre todo diferenciarse de algunas notas de excesiva madurez, que habitualmente se dan en la variedad por la busqueda de esa maduración fenólica que incrementa los riegos de cierta pasificación del grano, Sensal además incorpora un 30% de Monastrell que le da ese toque más mediterráneo y quizá le aporta más estructura en boca, sin perder su frescor. Su elaboración es usando los racimos con raspón y luego pasan 10 meses en barricas usadas.

Simeta procede de una parcela al sur de la Penya Foradà, también en el término de la Font de la Figuera, casí límite con Almansa, la variedad Arcos, una uva de bayas grandes y piel gruesa, de ciclo largo y local de la zona, que Javi ha trabajado para darle el mejor tratamiento posible, una elaboración que termina con crianza sobre tinajas de barro y damajuanas de cristal de 54 litros, al final nos ofrece un vino diferente, de potencial aromático inigualable, montebajo mediterráneo, fruta roja fresca y que en boca te transporta a una frescura inigualable, apesar de sus más de 14% de alcohol, sedoso en boca y muy balsámico, para mi uno de los mejores vinos que catamos anoche junto al Micalet.


Podría hablar mucho más de estos vinos, pero hay que verlos evolucionar, tanto en la copa como en próximos meses, cierto es que de Javi Revert Viticultor seguiremos volviendo a hablar, pues la cosecha 2017 ya está en bodegas y el trabajo es lento pero con mucha ilusión y sabiendo que detrás de este proyecto hay una defensa del terruño y sobre todo de recuperar y poner en valor aquellas variedades que un día fueron las que dotaron a la zona de su característica mediterránea y única.

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